EL ÁGORA: El Conocimiento Tácito de la Gestión
November 8, 2024
Escrito por:
Omar Osses
De todo el conocimiento que hay hoy disponible en el mundo, en el campo de la gestión de las organizaciones, ¿qué es lo fundamental que necesitamos saber? Esta pregunta me la hago desde hace muchos años en varios dominios y la debatimos con referentes del tema.
Según la AI, sobre la pregunta de ¿cuántos libros hay escritos sobre management? :
- Publicaciones por año: según algunas estimaciones, se publican más de un millón de libros nuevos cada año en todo el mundo. Si, incluso solo el 0,1% de estos estuviera relacionado con la gestión, eso serían 1.000 libros al año.
- Duración del interés en el tema: el interés en la gestión, como campo de estudio, realmente despegó a mediados del siglo XX, aunque hubo obras anteriores sobre el tema. Si asumimos una media de 500 libros sobre gestión al año desde 1950, eso nos da 35.500 libros hasta 2021.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, una estimación muy aproximada podría situar el número de libros relacionados con la gestión en decenas de miles, quizás incluso superando los 100.000 a nivel mundial, considerando todos los idiomas y subtemas. Esta es una estimación muy general y el número real podría ser mayor o menor.
Entonces, para dirigir y gestionar organizaciones de manera armónica y sustentable, ¿qué sería lo fundamental saber hoy y no tener que leer 100.000 libros y asistir a miles de cursos y conferencias? Hay algunos atajos, explorando sobre el "conocimiento tácito".
El concepto de conocimiento tácito fue popularizado por el filósofo y científico de la administración Michael Polanyi. Según Polanyi, “sabemos más de lo que podemos decir”. Este tipo de conocimiento se adquiere principalmente a través de la experiencia y es esencial para la habilidad y maestría en diversas disciplinas, prácticas y artes.
El conocimiento tácito es aquello que no podemos documentar, difícil de comunicar porque es experiencial, como aprender a andar en bicicleta; requiere de pautas, prácticas y mucha sensorialidad para ejecutar todos los movimientos
y encontrar el balance en el movimiento en un acoplamiento de nuestro cuerpo, la bicicleta y el desplazamiento en el lugar donde esté circulando.
Es contextual, difícil de expresar con palabras, personal, dinámico, práctico, resultado de la racionalidad limitada, expresado mediante la hábil ejecución de ciertas tareas, enraizado en la práctica, la experiencia personal, en los mapas y modelos mentales de los individuos y, por lo tanto, en la cultura de la organización y el ecosistema que lo hace posible.
Reconocer y aprovechar el conocimiento tácito en las organizaciones es fundamental para la innovación, la toma de decisiones y la sostenibilidad, ya que proporciona una comprensión profunda que, a menudo, no está presente en los manuales o documentos formales.
Al igual que las artes, se aprende en una transmisión de dinámicas experienciales, está profundamente arraigado en la experiencia, las emociones y las habilidades personales, de corazón a corazón, y dentro de la cultura en la que convivimos.
¿Y cómo accedemos al conocimiento tácito? Vivimos en 4 dimensiones del conocimiento: lo que sabemos, lo que sabemos que no sabemos, lo que no sabemos que sabemos y lo que no sabemos que no sabemos.
Y es en esas dos últimas dimensiones donde se encuentra el conocimiento tácito. Pero la paradoja es que no podemos hacernos preguntas sobre ellos desde fuera de nosotros mismos.
Son los compromisos con el futuro que queremos ver emerger y las conversaciones con otros, desde las preguntas, la indagación para nuevas preguntas, las vías para acceder a esos espacios de ceguera y posibilidades.
El conocimiento tácito está en las organizaciones, pero son pocos los casos en los que se generan programas, ecosistemas de aprendizaje e innovación, diseñados para disponernos a conversar y escucharse desde los propósitos personales, organizacionales, los compromisos estratégicos, procesos críticos y los dolores de los integrantes de la organización y sus propuestas desde esos conocimientos tácitos.
Se requiere de procesos reflexivos, sin caer en la tentación de conversar en resolver problemas operativos del día a día. El arte y la maestría radican en generar contextos, entornos y dinámicas experienciales de armonización, para el bienestar de los equipos, para que ocurran las conversaciones oportunas en la construcción de confianza, para el propósito para lo cual fue creada la organización y desde los desafíos con los compromisos que queremos conservar, para que emerjan los escenarios futuros deseados desde el conocimiento tácito que ya está en el ecosistema y no solo en algunos líderes de la organización, ciegos a “su supuesto saber”.
Blog Colegio Altos Estudios de Quirama

“…miles de jóvenes están diciendo ‘no, gracias’ a las carreras tradicionales de más de cinco años, y prefieren caminos más ágiles, personalizados y alineados con los desafíos del mundo laboral. En respuesta, las universidades están reformando sus programas, acortando duraciones, ofreciendo microcredenciales, flexibilizando rutas de ingreso y promoviendo la interdisciplinariedad”.

En el Oriente Antioqueño se están gestando espacios de gran valor para el crecimiento personal y empresarial. A través de alianzas estratégicas entre el Colegio Altos Estudios de Quirama , la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño y la Corporación Empresarial del Oriente – CEO , se desarrollarán en septiembre de 2025 dos programas de formación que buscan fortalecer el liderazgo, la innovación y el emprendimiento en la región. Ambas iniciativas están diseñadas para brindar a empresarios, directivos y afiliados herramientas prácticas y transformadoras, en torno a temas como el liderazgo auténtico, la sostenibilidad, la economía consciente y la creatividad aplicada. Una oportunidad para seguir consolidando el Oriente como un territorio de líderes visionarios y organizaciones comprometidas con el desarrollo integral.

Acentuar el rol creador de futuro es una de las urgentes tareas de los líderes de hoy. El futuro no existe, por eso será aquello que vayamos haciendo hoy. Se le atribuye a Borges la frase de que “el tiempo es una sucesión de presentes”, por lo que siempre estaremos en el tiempo presente, el único que hay. El momento siguiente al actual momento presente, en su momento (futuro) será presente. Esa consciencia del tiempo, y de su influencia creadora, que en el momento presente se tenga, para que en aquel presente (futuro) se logre, es una gran responsabilidad de un líder. Así, lo que denominamos futuro depende de lo que hoy, y siempre, hagamos. En el estado fundamental de liderazgo, que se tenga en todo momento, es muy definitivo, para que la dinámica evolutiva continua no se interrumpa por la acción humana. De ahí que, en los libros que reseñamos hoy, la pregunta por las opciones que en todo momento tenemos es fundamental para el liderazgo de hoy. ¿Colapso y desesperanza o consciencia y esperanza? He ahí la cuestión. Disfruten este par de joyas.

Desde antes de nacer, y a lo largo de la vida, construimos relaciones con la familia, los vecinos y amigos, los compañeros de estudio y de trabajo, a través de las cuales nos vamos forjando nosotros mismos. Cada relación y cada interacción es una lección, una oportunidad de aprender acerca de la vida, de los demás y, sobre todo, de nosotros mismos. Somos, en buena parte, el resultado de las relaciones e interacciones que construimos y, por ello, el cuidado consciente de dichas relaciones debe ser asunto de especial interés para cada uno. El ODS #17, Alianzas para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es una invitación a estrechar y profundizar las relaciones entre los agentes de desarrollo, para la construcción de redes de cooperación y colaboración, pues se parte de la convicción de que la superación de las diferentes crisis y grandes desafíos que enfrentamos hoy, como humanidad, demanda la participación decidida, responsable, inteligente y comprometida de todos. Las redes de trabajo colectivo, alrededor de objetivos comunes superiores, se construyen fundamentadas en la confianza y el respeto mutuos. Y la construcción de confianza, a su vez, demanda una inmensa capacidad de diálogo y de escucha, a partir de lo cual se derive un conocimiento, un aprecio y un respeto por el otro. Y, por el contrario, entre los principales factores que limitan el éxito de este tipo de iniciativas, se ubican la poca capacidad para conversar y comprender compasivamente las posiciones contrarias, y también la divergencia de intereses particulares que poco o nada tienen que ver con los objetivos superiores que se pretende alcanzar. Una mirada más profunda de las dificultades para el establecimiento de redes colaborativas muestra la frecuente deficiencia de las relaciones intrapersonales. Es porque no se proyecta ni construye afuera lo que no se tiene dentro. Por eso, la primera relación que debe cuidarse y cultivarse es la relación consigo mismo; solamente la paz interior puede derivar en relaciones armónicas con los demás, con la sociedad y con la naturaleza. Cultivar dicha relación significa amplitud y profundidad de consciencia, autoconocimiento, gestión de emociones, diálogo interno, amor propio y autocompasión. Conocerse a sí mismo se traduce en capacidad de observar nuestros pensamientos y, más aún, claridad para no identificarse con ellos. Una buena relación consigo mismo brinda tranquilidad para asumir posiciones con base en las creencias de cada uno y apertura para escuchar, recibir y comprender pensamientos, ideas y creencias diferentes, acaso contrarias. El autoconocimiento es la base de la humildad, compasión y valentía, que deben aportarse a las interacciones con los demás; deriva en gratitud con su propia historia y generosidad para compartirla y ponerla al servicio de los demás. Como lo enseña la escuela Zen, es mantener la mente de principiante a la que se le presentan muchas posibilidades, contrario a las pocas que se le presentan a la mente de experto. Como en La utopía del colibrí, un bello documental estrenado en el Festival Internacional de Cine de Manizales; que, sin importar el tamaño de su delicado pico, o que estuviese solo en la tarea, asumió su responsabilidad y, conforme a su compromiso con el bosque, transportaba el agua para apoyar la extinción del incendio que destruía su casa y, en sentido espiritual, su propia vida. Así mismo, avanzar cada uno en el proceso de conocerse, a partir de una profunda conexión con el poder interno y, con base en ello, generar la capacidad para establecer una relación amorosa consigo mismo. Solo así aparece entonces la base de la construcción de las mejores relaciones con la sociedad y con la naturaleza. En términos de Otto Scharmer, es la base para cerrar las brechas espiritual, social y natural que afectan a la humanidad.

Once prestigiosas universidades y centros de investigación de Estados Unidos, Canadá, Austria, Reino Unido, Suiza y España, acaban de publicar una investigación —la más exhaustiva hasta la fecha—, sobre la viabilidad de un modelo económico alternativo al capitalismo, es decir, uno cuya centralidad sea el bienestar —la vida— y no el crecimiento —la economía—. Revisan toda la literatura que al respecto se ha producido, desde el informe Los Límites del Crecimiento (1972), hasta la Economía Doughnut (2012) y Las Fronteras Planetarias (2009-2023). Sus resultados son alentadores. Esta es quizás su principal conclusión: “Además, el primer esfuerzo global de modelización energética para una vida digna calcula que las necesidades humanas pueden satisfacerse con un buen estándar para 10 000 millones de personas con niveles de consumo de energía compatibles con un aumento de 1,5 °C”. Las conclusiones fueron publicadas en The Lancet Planet Health, vol. 9, enero de 2025 y pueden descargarse ACÁ .