Asimismo, señala que cada persona experimenta la salud mental de forma diferente, y que existen muchos factores que pueden influir en ella, como factores psicológicos y biológicos individuales, habilidades emocionales, genética.
Quiero, desde este espacio, compartir mi experiencia como líder de un programa que existe en la Gobernación del Valle del Cauca: la Línea de Orientación Psicosocial de la Secretaría de Mujer, Equidad de Género y Diversidad Sexual, dedicada a la prevención y el cuidado de la salud mental, donde el propósito central es escuchar y acompañar a la comunidad que manifiesta incertidumbre, angustia, depresión, ideación suicida y ansiedad, pérdida del sentido de la vida, y una incesante búsqueda de la espiritualidad.
Gracias a la líder departamental, una mujer visionaria, quien acogió oportunamente esta iniciativa, impulsando a un grupo de profesionales en pandemia, con diversidad de talentos y habilidades y con alto compromiso y vocación de servicio, que dieron vida a un proyecto que hoy sigue acompañando a los vallecaucanos y a personas en otras regiones, inclusive fuera del país; una estrategia de cuidado integral, acompañada de campañas de promoción y difusión, desde las TIC, ha permitido llegar a los rincones más remotos de la geografía, llevando herramientas a las personas y devolviendo la esperanza en tiempos de crisis.
Es así como podemos observar que la salud mental es también un reto para el liderazgo, si tomamos como ejemplo las organizaciones. Según el Center For Workplace Mental Health (CWMH), uno de cada cinco empleados tiene depresión y el 70% de ellos sufre un círculo vicioso de productividad reducida, deterioro de la salud física y, en el peor de los casos,
autolesiones.
A continuación, unas recomendaciones para los líderes, a la hora de gestionar adecuadamente la salud de los colaboradores:
- Tener claro que la salud se debe mirar de forma integral, en las dimensiones física, emocional y mental.
- El colaborador debe tener espacios de esparcimiento para el descanso y para abordar sus temas personales y familiares; de esta forma, se contribuye a incrementar la productividad, el compromiso y la pertenencia con la organización.
- Fomentar los acuerdos consigo mismo en el trabajo (stakeholders), con la familia y amigos.
- Disponer recursos para la promoción de la calidad de vida, generando entornos saludables, que disminuirán los riesgos y fortalecerá el desarrollo empresarial.
- Acompañar al colaborador a desarrollar competencias, habilidades y capacidades hacia la adaptación a entornos y contextos cambiantes, desafíos profesionales y personales, resolución de conflictos y manejo de la frustración, a través de programas que le permitan confianza y bienestar; todo ello se traduce en reducción del ausentismo, disminución de incapacidades, aporte al mejoramiento del clima laboral, alto compromiso con la organización y aumento de la productividad.
- El líder tiene la tarea de conocer a cada una de las personas que componen sus equipos de trabajo: todas son diferentes y no requieren el mismo nivel de seguimiento ni necesitan el mismo tipo de trato.
- Tener el talento adecuado en el lugar adecuado.
- El colaborador debe tener claro su rol, sus funciones y su contribución al propósito de la organización.
- Fomentar la gestión adecuada de su agenda y respetarla.
- El descanso al final del día, el fin de semana y las vacaciones debe permitirle al colaborador desconectarse y liberarse de las presiones del trabajo, de tal manera que pueda recuperarse emocional y mentalmente y el tiempo destinado al trabajo sea más eficiente.
- Los cargos que requieren alto nivel de concentración no pueden estar saturados, porque pueden tener consecuencias.
Es así como cualquier programa, para que sea exitoso en una organización, necesita un compromiso de la alta dirección. En un cargo de liderazgo, se debe tener clara la estrategia del área, del equipo y de la empresa, lo cual permitirá priorizar los proyectos, tareas y actividades, dando mayor relevancia a aquellas que le apuntan directamente a dicha estrategia. Un líder conoce bien a su equipo, sabe cómo ayudarle a organizar su trabajo para alcanzar el logro de los objetivos. Si esto no ocurre, el líder utilizará estrategias equivocadas.
Se debe generar un cambio en el liderazgo, para que el líder demuestre empatía, sea capaz de ponerse en los zapatos del otro y entienda muy bien la realidad de cada uno para lo cual es necesario tener conversaciones francas y abiertas que fomenten el desarrollo de las personas.
La invitación es a cuidar a los funcionarios y colaboradores, porque ellos son la empresa, son la organización, son personas y, en mente sana y cuerpo sano, bienestar y prosperidad para todos.
¡Lideremos desde el SER!
Diana Ashe
Coordinadora Línea de Orientación Psicosocial
Gobernación del Valle del Cauca