LIDERAZGO: PERVIVENCIA DE UN CONCEPTO
El liderazgo es el elemento más importante para lograr una cultura organizacional sana, viva, vibrante que, a través de la estrategia, materialice el propósito corporativo. Las organizaciones finalmente aprenden que la variable clave para un alto desempeño es la calidad del ejercicio de dirección convertido en liderazgo.
Del liderazgo depende la supervivencia y el desarrollo de las organizaciones. Ahora bien, el concepto de liderazgo cambió; ya no se reduce ni limita a la función de dirigir, que usualmente recae en una sola persona. Más bien, hoy se tiende hacia un liderazgo distribuido y circular, que se basa en la autoconsciencia y en la inclusión, integral, con el todo (Yo en mí, yo en ello, yo en ti, yo en todo - Scharmer). El liderazgo tiende, cada vez más, a ser un atributo a desarrollar en todos los miembros de las organizaciones, especialmente bajo la forma de lo que hoy denominamos autoliderazgo (liderazgo de sí mismo).
Lo que una organización realmente necesita, para ser exitosa, es liderazgo en las jerarquías de dirección (mientras estas existan), y en los encuentros entre pares (compañerismo), sin necesidad de distancias sociales, para que surja un compromiso real (gerenciamiento con cero distancias – Zohar), basado en una pertenencia libre. De un liderazgo efectivo, resulta el adecuado acoplamiento de todos los componentes del sistema organizacional, y resulta la identificación de todas las oportunidades de mejora que naturalmente hay en todos los frentes de su actividad. Con liderazgo se activa la energía organizacional necesaria para que se dinamicen la estrategia, la estructura y la cultura organizacional. Fisuras y brechas (desacoples), que se produzcan en estos frentes, ocurren porque se debilita el liderazgo en las organizaciones. Se erosiona el darse cuenta (consciencia), el compromiso movilizador, resultado de la pertenencia, la ubicación y la identidad debilitadas. Por ello se insiste hoy en día en que el liderazgo es un estado del ser, que se conjuga en presente continuo.
De lo anterior se desprende que el liderazgo, en roles de dirección, busca “congregar personas alrededor del sentido”, sabiendo que, desde ese estado del ser, influencia positivamente para la apertura de canales de percepción que producen claridad, humildad, capacidad de trascender y vivencia del amor. Los grandes problemas de las organizaciones ocurren por ausencia de liderazgo. El liderazgo basado en el poder auténtico es la gran palanca de fortalecimiento y éxito organizacional.