Temas que no se pueden hablar en el espacio de trabajo, por lo que se llevan a otros espacios informales dentro y fuera de la empresa.

Sentir que el potencial se está perdiendo en reprocesos y acciones sin sentido.

Temor a hacerse cargo de lo que se siente en los espacios de trabajo. 

Miedo a probar, innovar, arriesgarse por temor al error y a las represalias que conlleva, así que la tendencia es a conservar una cultura organizacional que se estanca mientras los contextos cambian. 

Dificultad para encontrar formas alternativas para resolver problemas o sentir mayor bienestar porque las personas y las organizaciones han aprendido maneras de hacer las cosas que ya no son útiles. 

Líderes frustrados porque no encuentran en el equipo la disposición y el compromiso para sacar adelante los objetivos.