INDAGACIÓN, APRECIATIVIDAD Y PENSAMIENTO POSITIVO
Otto Scharmer, comentando las recientes elecciones de Estados Unidos, argumentaba un primer lente para ver y encontrar sentido en lo que está ocurriendo allí: es darnos cuenta del proceso de ausenciación que está en marcha y que niega la posibilidad del ejercicio de una real democracia. Democracia, hoy, está solo en el nombre (DINO, “democracy in name only”); y anota que, para revertir ese proceso hacia el de presenciación, debemos trabajar en nuestras capacidades de ser humildes, ecuánimes y tener esperanza mediante la proactividad y aquietamiento interior. Y, al hablar de la esperanza, cita al poeta y dramaturgo Checo Václav Havel cuando argumentaba que “esperanza no es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo hace sentido sin importar cómo resulte”. Pero lo significativo es que Scharmer aclara que la sola convicción de que algo saldrá bien es simplemente optimismo. Y ahí hay un punto importante en el enfoque apreciativo: desde hace unos años, se ha convertido en la filosofía y metodología denominadas Indagación Apreciativa (sobre este tópico hemos tratado en ocasiones anteriores en esta sección del boletín; ver los números 21 y 25, del 2022, y 10 del 2021).
Según hemos constatado personalmente, en la Indagación Apreciativa (IA) aparece la indagación como el proceso de buscar comprender, y de encontrar sentido a través de preguntas que cada vez van más profundo en la naturaleza de los fenómenos. La indagación se torna potente cuando logra identificar las fuerzas que contribuyen a la generación de vida en un sistema a través de un proceso continuamente creativo; igualmente, cuando logra identificar las fuerzas opuestas. Pero como lo que pretendemos es aprovechar las fuerzas de creación para garantizar la sostenibilidad de los sistemas, comprender las fuerzas negativas es importante pero, como nos ha enseñado la psicología positiva, no ayuda a garantizar la dinámica de creación. Más bien, produce el efecto adverso de mantener vivas dichas fuerzas.
La apreciatividad, a través del pensamiento positivo (no de simple optimismo), que no se queda en la actitud pasiva del optimismo, nos dinamiza a construir sobre las fuerzas positivas que están sosteniendo un sistema desde adentro, para potenciarlo, y ocupar y remplazar los espacios de la vida que estaban contaminados de negatividad. El proceso de la IA recorre un valioso camino, a través de 5 etapas (4 en su versión original) que son distinguidas como las 5D, por su denominación en inglés: Definition, Discovery, Dream, Design y Destiny (o Deliver). Insistimos en este tema, en estas páginas, debido a la creciente consciencia que hay, en amplios sectores del mundo organizacional, de superar una etapa de confort y simple optimización del uso de los recursos, y evolucionar hacia una etapa de creación y generatividad, de forma osada y valiente, que garantice el proceso creativo a mayores niveles de consciencia, complejidad y orden de la misma evolución de la vida. Esta dinámica de una gran cantidad de organizaciones parece ir en contravía con lo que sucede en el escenario político mundial, constituyéndose en una grave amenaza para la humanidad entera. Por esta razón, complementamos la referencia dada en boletines anteriores con otras fuentes bibliográficas que, según hemos comprobado, serán de gran utilidad a nuestros lectores, especialmente en estos tiempo de alta turbulencia y dinámicas de destrucción en muchos lugares de la sociedad humana.